martes, 26 de marzo de 2013

Rito Femenino para Luna Llena Otoño


Por Sylvia Galleguillos



Con ocasión de esa luna llena de otoño, las familias chinas se sientan en los parques y plazas alrededor de un picnic, a contemplarla. Y en ella contemplan a la hermosa diosa Chang’e, que está allí preparando elixires de sanación e inmortalidad, ayudada por el conejo que habita en la luna y por la famosa ranita de tres patas de la cosmovisión china. 

Cuenta la leyenda china, que Chang’e le robó el elixir de la inmortalidad a su esposo, el famoso arquero mitológico Yi. Por ese delito fue condenada a vivir su inmortalidad eternamente en la luna, sin poder salirse de ella jamás, preparando compuestos de hierbas medicinales, y el conejo la ayuda. Por eso se asocia a Chang’e con el rejuvenecimiento y la belleza. En la imaginación china ella aparece asociada con el poder del agua, que todo lo limpia y renueva, y con los ideales matrísticos de la ancestral civilización matriarcal. 

Como el otoño es la estación de la cosecha, este festival de mediados de otoño simboliza que la naturaleza se está entregando y dejando soltar sus dones y riquezas y alimentos para ser cosechados. En ese momento se trabaja con la naturaleza Yin o femenina. El proceso se llama: “Apertura de las compuertas celestiales o del cosmos” (Kai Tien Men). Con ello aluden al nacimiento del rol de la mujer y de lo femenino. Se celebra ese rol con esas tortas o pasteles redondos para que la luna sea la acompañante. 

Allí es cuando cada uno cosecha sus sueños, cada uno hace sus pedidos al cosmos. Los monjes taoístas cantan cantos sagrados y todo el ritual y la celebración es conducida por las mujeres. A la luz de la luna se comen naranjas, pomelos, nueces. Hay que poner en el altar familiar, además de monedas, las tortas de luna que son de múltiples colores, pero las más tradicionales son blancas como la luna y se parecen un poco a un empolvado o a un chilenito, pero un poco más pequeñas. También se cuelgan faroles de papel en los jardines y se celebra la imagen circular de la luna. 

Nosotros lo que podemos hacer es mirar hacia el este tras la puesta de sol el miércoles 27 de marzo, contemplar allí esa luna majestuosa en su plenitud, identificar la imagen del conejo en ella con sus dos largas orejas, y pedirle a la diosa Chang’e que nos envíe una medicina de hierbas de las que está preparando junto con el conejo. 

Debemos poner cerca nuestro, en el lugar destinado al encuentro con la diosa, una vasija llena de hierbas en bolsitas pequeñas. Y ya cuando la luna esté completamente arriba, saquemos al azar una hierba de la vasija.. Esa será la medicina que nos va a haber enviado la diosa Chang’e mediante su emisario la ranita de tres patas. Para ayudar a que se nos cumplan los deseos debemos tomar tecito de esa hierba en dosis pequeñas y también quemar inciensos, pues el humito del incienso hace de gran unificador de esos mensajes. 

Y podemos terminar esa hermosa celebración familiar comiendo pasteles de luna, que son redondos y blanquecinos y que en nuestro país los podemos sustituir con ricos chilenitos y empolvados, ¡versión chilena de las tortas de luna! 

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