domingo, 4 de noviembre de 2012

Desafío de la Vejez



Cuando yo llegue a vieja
y me mire al espejo,
y me cuente las arrugas
como una delicada orografía
de distendida piel.
Cuando pueda contar las marcas
que han dejado las lágrimas
y las preocupaciones,
y ya mi cuerpo responda despacio
a mis deseos,
cuando vea mi vida envuelta
en venas azules,
en profundas ojeras,
y suelte mi cabellera
para dormirme temprano
como corresponde,
cuando vengan mis nietos
a sentarse sobre mis rodillas
enmohecidas por el paso de muchos inviernos,
sé que todavía mi corazón
estará  rebelde tictaqueando
y las dudas y los anchos horizontes
también saludarán
mis mañanas.

Gioconda Belli